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18,91 €Al preguntar filosóficamente por el valor de la vida humana, se debe preguntar por el valor del "ser mismo" en cuanto tal, en su surgir, en su venir-a-ser, y no por el valor de este o aquel ente en particular. Leibniz, Kant, Schopenhauer, Nietzsche, Heidegger y Wittgenstein son los guÃas indispensables del autor en esta tentativa de pensamiento radical. Habermas, Tugendhat y Hare, algunos «afirmativos» afectados por la crÃtica.
Lo «afirmativo» criticado en este libro se manifiesta en la convicción de que la teorÃa ética debe preguntar directamente por el cómo-ser (cómo vivir bien, cómo ser feliz, etc.), dando por ya respondida la pregunta más fundamental acerca del valor del ser mismo. En este sentido, tanto teorÃas éticas kantianas como utilitaristas, eudemonistas o ascéticas, con independencia de sus contenidos especÃficos, han sido, sin excepción, afirmativas. Por el carácter no radical de su reflexión queda sistemáticamente fuera del alcance crÃtico de las éticas afirmativas una inmensa parte de la inmoralidad que inunda hoy nuestro mundo, inmoralidad que no se basa en la transgresión de la norma moral, sino en su aplicación secundaria, en su cumplimiento estricto en áreas restringidas de acción.
De acuerdo a una ética negativa, una aceptación plenaria del ser sólo podrÃa defenderse en un sentido no argumentativo ?como lo hace Nietzsche? fuera de la ética. Si la filosofÃa debe conducir necesaria e inevitablemente ?de Platón a Schopenhauer? a la desvalorización radical de la vida, la respuesta de la vida ?de acuerdo con Nietzsche? no consistirá en mostrar que la filosofÃa está equivocada, sino en mostrar que la vida puede desvalorizar radicalmente a la propia filosofÃa que la desvaloriza. Pero, por otro lado, al escribir (en Humano, demasiado humano II): «El hombre que sufre no tiene derecho al pesimismo», se puede transformar la negación, con Nietzsche, en una pasión exuberante, en una poderosa forma de vida.